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Poética

​A veces no estoy de acuerdo conmigo mismo y eso, está bien.

Decidí tomarme un mes alejado de todo, lejos de mi estudio, lejos de los proyectos. La realidad es que reiniciar mi cerebro ya era más que necesario. No en virtud de ser más o menos creativo, sino de tener una visión distinta. Hoy será una de esas extrañas ocasiones en las que prefiero discernir de lo que he concluido en el pasado con el propósito de tener una mejor perspectiva del mismo tema. ¿Acaso no se trata de ello la arquitectura? ¿De tener diferentes ángulos, fachadas, enfoques? Que cada quien haga lo que quiera.
Hace algunos meses critiqué a los vendedores de muebles que se las dan de diseñador. En corto, dije que eran mentirosos, irresponsables, incapaces de llevar un proyecto y un cliente a un buen final. Simplemente eran habladores, y haciendo alarde de ese talento de venta engatusaban a los pobres seres humanos que les pasaban enfrente, y cual depredadores, los consumían y entregaban proyectos mediocres. ¡Wow, todo eso dije! No me queda duda por qué tantos me insultaron, y otros tantos me elogiaron.
La realidad es que cosas increíbles pueden venir de cualquier individuo. Yo sé que suena un poco soñador, un poco hippie fresa, en el que todos somos vistos como iguales, y que sin importar si tienes un nombre reconocido en diseño o no, al modo del sueño capitalista americano, si trabajas duro por un objetivo, tendrás tu recompensa. La verdad es que hoy creo que es así. Obviamente una buena idea no necesariamente se convierte en un buen proyecto. Muchas variables entran en juego y toma más tiempo y experiencia del que puede parecer a simple vista, pero todos tenemos intrínseca esa capacidad de llegar a generar entornos con una alta calidad espacial.

Muchos diseñadores, incluidos algunos de mi equipo, sobre piensan el diseño. Es hora de volver a los básicos. Es cursi, pero no necesitamos de tecnología punta para transmitir  emociones a los usuarios de nuestros proyectos. Lo único verdaderamente requerido es lo que te decía tu maestro de proyectos I: Piensa en espacios que ya son exitosos. ¿Qué características emocionan a sus usuarios? Piensa en las cualidades de los mismos, sus vistas, su iluminación, su temperatura, los sonidos que están involucrados, en general, piensa como humano y diseña como profesional. Analiza como experimentas y posees estos espacios. Esta es la clave del diseño exitoso. Un buen proyecto se centra en generar experiencias a los usuarios, más que en el fin estético.

Agustin Landa decía que un proyecto es bello, si funciona y que su estética debe ser reflejo de sus funciones interiores. La verdad es que en ese sentido debo agregar la necesidad de diseñar espacios poéticos, que trasciendan mas allá de la función y la belleza. No solo la estética juega un papel en las emociones de los usuarios, sino los elementos – Luz, Agua, Aire, Fuego – que deben ser invitados a intervenir. Por ejemplo, piensa en un espacio donde cada vez que haya una tormenta en vez de actuar como un paraguas te ayude a experimentar su fuerza, ¿No seria este un espacio que convertiría el estruendo de la tormenta en un evento esperado? Ahora piensa antagónicamente, en un espacio puro, blanco, magnifico y cargado de absoluto silencio, ¿no seria este un espacio poético y casi religioso? Nosotros los diseñadores tenemos la capacidad y la obligación de influenciar, tentar, y sacudir a  los usuarios que  interactúan con nuestros espacios mas allá de lo estéticamente banal.

En esencia estos fueron los principios que me motivaron a diseñar un nuevo proyecto habitacional: C410. Ahora mismo en construcción. Les he colgado los planos y las secciones para que analicen su funcionamiento, pero sobretodo sus vacíos.

En fin, así pienso hoy, quizás mañana sea diferente.

Gracias por sus likes, pero más por sus comentarios.

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